Los 10 aeropuertos con más retrasos de Europa

Hay situaciones típicas de los aeropuertos a las que es imposible acostumbrarse. Que te pierdan la maleta o que te cancelen un vuelo están entre las más temidas. También el que el vuelo salga con retraso, un problema que afecta de forma encadenada a decenas de conexiones y que obligan a todo tipo de reajustes.

La agencia europea Eurocontrol ha presentado el ranking de los aeropuertos con mayores retrasos del continente. Una lista en la que los centros españoles pueden estar orgullosos, ya que ninguno de ellos se encuentra entre los 20 primeros. Lo encabeza Estambul, cuyo aeropuerto internacional registró durante el primer trimestre de este año, que es el periodo a estudio, un total de 21,6 minutos de retraso de media.

Le sigue Manchester, con 13,1 minutos; Roma - Fiumicino, con más de 12 minutos; y cuatro aeropuertos con 11 minutos: Schipol (Ámsterdam), Ginebra, Oslo y Gatwick (Londres). Precisamente es Reino Unido el que más aeródromos tiene en esta particular lista negra, ya que Heathrow, Birmingham, London-Stansted y London City también aparecen entre los 20 primeros.

El problema es que, como decíamos, los aviones se encuentran en rutas conectadas, haciendo diferentes viajes por todo el continente. Un retraso en la salida, habitualmente, obliga a uno en la llegada. Eurocontrol también ha analizado cuánto tiempo de más, sobre la hora estimada, han llegado a alcanzar los vuelos. Así, de nuevo es Estambul el que tiene el dudoso honor de ser el que más minutos obliga a esperar a la llegada de un vuelo.

En la capital turca, la media es de 17,8 minutos más del tiempo estimado. Casi cinco por encima del segundo, el de Oslo, con 13 minutos exactos. Le siguen Heathrow, Manchester y Gatwick, de nuevo representantes de una situación complicada en los cielos de Reino Unido.

Ya lo sabes, si te toca despegar o aterrizar en alguno de ellos, armate de paciencia, porque lo más seguro es que te toca esperar algo más de 10 minutos sobre la hora prevista. Claro que, si lo vemos desde un punto de vista optimista, son unos minutos más para comprar, tomar algo, descansar... Que todo depende del cristal con el que se mire.