A finales del año 1979, Bárbara Rey trabajaba en un espectáculo en el Lido y fue entonces cuando una noche después de la función le presentaron a Ángel Cristo, del que nunca había oído hablar. "Cuando yo le conocí tenía una cara preciosa". En el tercer episodio de 'Una vida Bárbara' que estrena Antena 3 en prime time, Rey recuerda que la diferencia de altura de ambos nunca fue un problema. "Qué era bajito, pues más manejable-. Él nunca tuvo un gran complejo", afirma. Y añade que "a él no le importaba que se pusiera unos tacones de un palmo y que le encantaba presumir de ella y hacer el amor con ella".

Tan solo después de dos meses de noviazgo en el que el domador de leones más famoso del mundo "fue encantador" con ella, la pareja decide casarse para sorpresa de todos sus allegados, entre los que estaba su amiga Chelo García Cortés que al enterarse le preguntó: "¿Tú te has vuelto loca?". Aún así, la periodista era consciente de que la actriz soñaba con casarse y ser madre. "Yo sí sabía que María quería encontrar a un hombre, casarse crear una familia y tenía miedo de no conseguirlo. Se había enamorado de hombres con los que no se podía casar", asegura.

A pesar de las sorpresas y de las reacciones en contra, Bárbara Rey siguió adelante, contra viento y marea, con la decisión de dejarlo todo por su futuro marido y el negocio del circo. Además, el éxito del circo de Ángel Cristo creció exponencialmente después de que saliera a la luz su relación y el público asistía al espectáculo con el objetivo de ver a Bárbara Rey.

El reclamo de los espectadores que querían ver a Bárbara Rey actuando en el circo llegó a ser insostenible, hasta el punto de provocar altercados después de sentirse decepcionados al no verla en las funciones. Fue entonces cuando la actriz volvió a sorprender convirtiéndose en domadora de elefantas.

Bárbara Rey recuerda lo asustada que estaba las primeras veces que hizo el espectáculo que descubrió posteriormente que era un número que hacía la anterior esposa del domador, Renatta que había antes de que ellos se conocieran.