Quique Peinado ha presentado en Zapeando la historia de Shoji Morimoto, un japonés que se alquila a si mismo con la única condición de que "no le pidan que haga nada que pueda considerarse trabajo". El japonés cobra alrededor de 80 euros a la hora por alquilarse y lleva desde 2018 cobrando por no hacer nada.

El curioso trabajo del nipón ha provocado que los colaboradores reflexionen sobre qué y que no podría ser considerado trabajo, como, por ejemplo, el apunte que ha hecho Miki Nadal sobre si tirarse un pedo podía ser considerado un empleo. Esto ha dado lugar a una confesión de Gakian, otra de las colaboradoras del programa, que ha contado que "puede que una vez para una sección de un programa me tirase un pedo intencionadamente en la cara de Ernesto Sevilla" descubriendo así su superpoder: puede tirarse ventosidades de manera intencionada.