Una señora de Reino Unido se topa con lo que cree que es una cría de erizo en la calle y se la lleva a casa para cuidarla. Esta lo mete en una caja y le da comida, pero al ver que no prueba bocado se preocupa y la lleva al veterinario para que le dé un diagnóstico.

Una vez en la consulta, le comunican que todo ha sido una confusión suya, pues no se trata de un erizo sino de un pompón de un gorro de lana, y que "a lo mejor por eso no comía", comenta Dani Mateo.

María Gómez señala que es una historia "maravillosa" y no da crédito a que la señora pudiera confundir este accesorio con este animal. Puedes ver este momento en el vídeo principal de la noticia.