En busca de la rentabilidad, los inversores en el campo han apostado fuerte por una casilla del 'Agropoly' español: pistachos de Castilla-La Mancha. Aquí han metido dinero y se han puesto a plantar pistacheros. Mientras, pequeños productores de pistacho de la zona, como Diego, se quejan de que no pueden competir contra toda la capacidad de este tipo de empresas.

En una zona tradicionalmente de secano, el agua es clave para hacer negocio, porque el pistacho para ser lo más rentable posible tiene que ser de regadío, y en Castilla-La Mancha ya han tenido problemas de sequía. "Las macroempresas vienen a hacer dinero fácil, esquilman el terreno, echan productos que no cuesten dinero para abonar, mientras que los agricultores vivimos de ello y hemos cuidado siempre el terreno, y por eso hacemos una práctica, que se llama barbecho, que consiste en que cada dos o tres años dejamos descansar al terreno, porque hay que cuidar las tierras", expresa Aurelio, agricultor.