Donaña lleva décadas siendo desde hace décadas el rincón donde presumir. Diferentes presidentes de Gobierno han recibido allí a líderes internacionales. Se trata del lugar ideal para cautivar al visitante VIP. Sin embargo, el posado de verano de los políticos puede acabar luciendo menos. Donde al amparo del acuífero de Doñana brotaban muchas plantaciones, hoy está completamente seco.

Manuel, portavoz de la asociación de agricultores Puerta de Doñana, explica la situación actual. Debido a la falta de agua han tenido que dejar morir plantaciones. "Para no pasarnos de la dotación que tenemos asignada hemos tenido que abandonar parte de los cultivos para destinar ese agua al resto. Se está gastando más agua de lo habitual para contrarrestar las altas temperaturas", indica. "Hemos tenido que dejar de cultivar, de media, un 30%", añade.

En uno de los pueblos cercanos, Almonte, la falta de agua la nota Antonio, que corta menos carne; Emilio, que tiene menos clientes y Elisabeth, que vende menos flores.

"Afecta porque cada vez se siembra menos cultivo y hay menos trabajo. Al haber menos empleo, la gente tiene menor poder adquisitivo. El mercado está casi vacío y eso es por algo", indica Antonio. "Desde hace año y medio se nota lo que se puede gastar una persona", lamenta Emilio. "Los frutos rojos eran lo que dominaba la economía del pueblo. Si no hay forma de regarlos, ¿qué hacemos?", se pregunta Elisabeth.

Eloy Revilla, director de la estación biológica de Doñana, alerta sobre la falta de agua: "En la política nos dicen que hay que escoger ente las fresas y Doñana y entre las fresas y las ranas. Llega a ser así de demagógico y la gente no se da cuenta de que no funciona de esa manera. Van a la vez, es simultáneo. Años tan duros como el pasado ya había problemas para regar determinadas parcelas porque no tienen agua. Aunque sean legales, se secan los pozos y este año es todavía más serio. Va a ir a más".