Bajo el parque de Doñana hay un inmenso acuífero del que beben las fincas de los pueblos de alrededor. Y ahí está el problema, porque Moreno Bonilla quiere regularizar y ampliar el suelo agrícola regable en la zona que podría dar agua a fincas que en muchos casos hasta ahora eran de secano o se regaban con pozos ilegales.
"Si todavía no se ha garantizado el acceso al agua y el suministro de riego a las hectáreas que están legalizadas, ¿cómo se va a ampliar con los mismos recursos hídricos?", se pregunta Manuel Delgado, portavoz de la asociación de agricultores Puerta de Doñana, que en el vídeo sobre estas líneas asegura que "repartir la escasa agua que hay entre más gente, es una temeridad porque no va a haber agua para nadie".
laSexta Columna pregunta al consejero de Medio Ambiente de Andalucía, que defiende que convertir más suelo en regable no significa que se regará más. En otro de los pueblos cercanos a Doñana, Lucena del Puerto, según algunas organizaciones ecologistas una de las zonas donde más fincas con regadíos ilegales se regularizarán, los reporteros del programa no son bien recibidos: "¡Vaya usted al carajo ya!", exclama un vecino.
Manuel, firme opositor al nuevo plan de la Junta, reconoce que el clima entre agricultores lleva años siendo muy conflictivo y que "ha habido amenazas incluso de muerte". Si bien asegura que nadie teme por su vida, sí corren riesgo sus explotaciones: "Si alguien se significa cualquier desalmado puede venir y prenderles fuego, y recordemos que aquí en las explotaciones vive gente", comenta.
"En 2014, tres agentes haciendo su trabajo de vigilancia sufrieron el acoso de 200 regantes que se convocaron a través de un chat de mensajería y acudieron a la zona y en 2018 fue un agente en solitario a la misma zona, Lucena del Puerto, donde hay un mayor número de pozos sin concesión, y lo sacó la Guardia Civil, pero necesitó atención médica", explica la periodista Ana Tudela.