Testimonios de las víctimas
El agónico rescate de Teresa y Jesús, supervivientes del accidente del Alvia: "Pensé en mi marido y mis hijos, tuve la seguridad de que me mataba"
Dos supervivientes de la tragedia del Alvia relatan en Salvados los angustiosos momentos del accidente y la larga espera hasta que consiguieron rescatarles. El maquinista rememora también aquel funesto instante en el que llegó a pensar que estaban todos muertos.

El 24 de julio de 2013, Jesús Domínguez viajaba junto a su mujer y sus dos sobrinas en el Alvia que hacía la ruta Madrid-Ferrol. A las 20:41 h, en la curva de Angrois, a cuatro kilómetros de Santiago de Compostela, el tren descarriló. Iba a 200 km/h en una zona en la que debería haber circulado a 80. "Noté que el tren se empezaba a tambalear, que algo pasaba. Se empezó a escuchar un ruido y luego noté una fuerza que me tiraba hacia arriba. Y ahí, se funde todo a negro", rememora Jesús en Salvados.
"De pronto, noté que aquello se movía y tuve la conciencia absoluta de que nos íbamos a estrellar. Lo que se me vino a la cabeza fue: 'Ay, mi marido y mis hijos'. Tuve la conciencia clara de que me mataba, de que nos matábamos", relata en este reportaje Teresa Gómez-Limón, otra de las víctimas del Alvia.
Francisco (Paco) Garzón, el conductor, se rompió tres costillas con el reposabrazos y se dio un golpe en el lado derecho de la cabeza. "Me quedé grogui. Lo primero que hice fue dar la emergencia al 'tren-tierra'", explica a Gonzo. Su intención no era otra que la de avisar con premura para que cortaran la circulación en aquel tramo "porque te puede venir otro tren por otro lado".
La angustiosa espera al rescate
Cuando acabó la llamada, Paco intentó salir, pero las puertas no le abrían y no podía hacer fuerza. "Me dolía y solo podía esperar a que me vinieran a buscar", cuenta.
El silencio tras la tragedia fue lo que más impactó a Teresa: "Pensé que estaba todo el mundo muerto. Es más, pensé que yo estaba muerta". Estaba atrapada en un hueco, rodeada de hierros, sin más salida posible que la que se encontraba en la parte superior. Es por ello que intentó trepar para salir, pero cuando sacó la cabeza, no pudo continuar. A su lado, un vagón estaba en llamas y ella tuvo un ataque de pánico. Un vecino de Angrois fue quien la rescató.
Jesús tenía la pierna destrozada y no podía respirar bien. Tenía que moverse, pero no lo conseguía. "Lo que me hizo reaccionar fue que empecé a oír ruidos por arriba, entonces, lo que yo temía era que el tren se moviera y me cayera encima", recuerda. Estaba desorientado, pero consiguió pedir ayuda. Le escuchó el guardia de seguridad del tren, que fue quien logró sacarlo por un agujero. "Recuerdo que me dijo: 'tienes mucha suerte'".
La llamada del maquinista al 'tren-tierra' tras el accidente
El programa de laSexta rescata el audio de la llamada que el maquinista hizo a la central segundos después del accidente: "Debe de haber muchos heridos, porque está volcado. No puedo salir de la cabina. [...] ¡Ay, Dios mío. Pobres viajeros! ¡Y mi conciencia! Mi conciencia son los pobres viajeros, joder".
De ese audio, solo se filtraron a los medios 12 segundos. Un fragmento en el que se escuchaba al maquinista lamentar lo ocurrido, pero que no reproducía su sentir general. Además de tristeza, sentía indignación. La falta de señalización en la curva había sido crucial para aquel fatal desenlace y eso fue algo que él ya había advertido en múltiples ocasiones.
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