"Me chupé la avanzada"

El maquinista del Alvia, sobre los "cinco segundos" que lo despistaron y provocaron el accidente: "La llamada del interventor me desubicó"

En una vía sin sistema de seguridad de frenado y sin señalización que avisara de que había que reducir velocidad antes de la curva, la atención del maquinista era primordial. Pero una llamada de teléfono lo desubicó. Así lo relata él mismo en esta entrevista de Salvados.

El maquinista del Alvia, sobre los "cinco segundos" que lo despistaron y provocaron el accidente: "La llamada del interventor me desubicó"

Francisco Garzón era el maquinista del Alvia que descarriló el 24 de julio de 2013 en la curva de Angrois, cuatro kilómetros antes de llegar a Santiago de Compostela. El accidente ferroviario, uno de los mayores de la historia de España y Europa, dejó 80 muertos y 144 heridos. Hoy, doce años después, el conductor que fue señalado en un principio como único responsable de la tragedia, rompe su silencio en Salvados.

Es la primera vez que habla en televisión desde que fuera condenado a dos años y medio de prisión en 2024, tras un duro y mediático juicio del que la opinión pública no perdió detalle. El exjefe de seguridad Adif también recibió la misma condena, porque, a pesar de lo que muchos quisieron hacer creer, la catástrofe no solo se produjo por un error humano.

Las investigaciones posteriores, realizadas gracias a la insistencia de las víctimas por conocer la verdad -tuvieron que elevar su queja incluso a nivel europeo- demostraron que se habían sacrificado medidas de seguridad necesarias para inaugurar la línea cuanto antes, todo ello, por atender a intererses políticos. El sistema de frenado automático ERTMS estaba desactivado para evitar los retrasos que producían las incompatibilidades entre los vehículos y las modernas vías. No existía tampoco una señalización que alertara de que se aproximaba una curva y que había que reducir la velocidad a menos de la mitad en pocos kilómetros (de 200 km/h a 90).

Una de las víctimas apunta en el programa de laSexta además que existió un acuerdo político entre los dos grandes partidos, conocido como 'pacto de la curva', cuya intención era que la culpa recayera enteramente en Francisco Garzón y no se hablara mal de la Alta Velocidad española, puesto que podrían verse perjudicados los negocios del país en el extranjero. Otra de las entrevistadas asegura que recibió presiones del PP para que moderara su discurso contra Adif. Ella misma era diputada del PP en la Asamblea de Madrid.

El despiste del maquinista

"¿Cuál es el punto de inicio de los acontecimientos que acaban con el tren descarrilado tras la curva de Angrois?", pregunta Gonzo. "Cuando veo que estoy llegando y digo, 'joder, la curva'", rememora Garzón con congoja. "Con las dos manos cogí los dos frenos, el eléctrico y el neumático y frené con todo", recuerda.

Pero no fue suficiente. Tendría que haber empezado a frenar mucho antes, pero una llamada telefónica lo "desubicó". El interventor quería saber si podía estacionarse el tren en una vía diferente a la que lo estacionaba normalmente. Garzón aclara que tenía que responder a esa llamada "por norma, obligatoriamente".

"Coincidió en un sitio muy crítico. Pero claro, ni él ni yo fuimos conscientes de eso", reconoce. Él solo bajó la cabeza durante "cinco segundos" para desbloquear el móvil y descolgar. Ese breve espacio de tiempo fue crucial: "Cinco segundos a 200 km/h... la avanzada me la he chupado".

No había señalización

Esa era justo la señal que él tenía para frenar. Debido a que no había señalización en ese tramo, los maquinistas se veían obligados a tomar sus propias referencias para saber cuándo tenían que comenzar a hacer la maniobra. Uno de sus colegas le dijo a Gonzo que él se fijaba en un chalé con piscina que había por la zona. Todo, porque no había ni una sola baliza.

"Ya no sabía si estaba en un túnel o en el otro. Vi la curva de lejos, en el túnel. Así me di cuenta", cuenta. Iba a 200 km/h. Supo que la tragedia se avecinaba. "Los viajeros, 'me recuerdo' de ellos. 'Se han matado todos'. Porque fue bestia. El batacazo fue bestial", dice al borde de las lágrimas.