Exdiputada del PP y víctima del Alvia

La indignación de Teresa, víctima del Alvia, cuando Catalá habló tras el accidente: "Con los cadáveres aún calientes, habla de los 'negocios de España'"

Teresa Gómez-Limón, exdiputada del PP y superviviente del accidente del Alvia, denuncia en Salvados la falta de apoyo institucional tras la tragedia, afirmando haber sufrido presiones internas tras criticar públicamente a Renfe, Adif y a ministros de PP y PSOE.

La indignación de Teresa, víctima del Alvia, cuando Catalá habló tras el accidente: "Con los cadáveres aún calientes, habla de los 'negocios de España'"

El segundo programa de la nueva temporada de Salvados, en laSexta, ha puesto el foco en uno de los mayores desastres ferroviarios de la historia reciente de España: el accidente del Alvia. El tren que descarriló el 24 de julio de 2013 en la curva de Angrois, cuatro kilómetros antes de llegar a Santiago de Compostela, y que dejó 80 fallecidos y 144 heridos.

Doce años después, las víctimas siguen denunciando que no se ha hecho justicia y que hubo un intento deliberado de cerrar el caso rápidamente, señalando como único responsable al maquinista, Francisco José Garzón.

"Al principio, todos los medios de comunicación apuntaban a que era el maquinista", recuerda Teresa Gómez-Limón, superviviente del accidente y exdiputada del PP. Según cuenta a Gonzo, director de Salvados, tanto los medios como las autoridades se apresuraron a culpar a Garzón, ignorando otras posibles responsabilidades estructurales o políticas.

Jesús Domínguez, otro superviviente que viajaba con su familia en el tren, asegura que desde el primer momento tuvo claro que el maquinista era solo "el último eslabón" de una cadena de "chapuzas": "Que nos dijeran que el responsable de un accidente en un tren de alta velocidad era el maquinista nos pareció un insulto a la inteligencia desde el primer minuto".

"He visto muertos a mí alrededor, lo que le pasé al PP me importa una mierda"

La exdiputada del PP desvela cómo "abrió los ojos" tras escuchar las declaraciones de Rafael Catalá, entonces secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda. Según revela, Catalá afirmó ante los medios que el Alvia no era un tren de alta velocidad, sino de "velocidad alta", una distinción que, para muchas víctimas, evidenció el intento de proteger intereses económicos antes que esclarecer responsabilidades.

"Dijo que no se podía hablar mal de esto, porque eso afectaba a los intereses económicos de España. Cuando yo oí eso, me empezó a entrar la rabia, ¡que estando los cadáveres aún calientes este hombre hable de los negocios de España...!", dice con indignación Teresa Gómez-Limón.

Tras dar algunas entrevistas a su salida del hospital, en las que criticaba la actuación de Renfe, Adif y de ministros del PP y PSOE, la exdiputada del PP empezó la presión de cargos de su partido para que abandonara las críticas. "Me llamó Rafael Catalá y estuvo verdaderamente lamentable", desvela en Salvados. "Le dije: 'He estado a punto de morirme, he visto muertos a mí alrededor, cuerpos despedazados. Como tú comprenderás, lo que le pasé al PP me importa una mierda", confiesa.

*Vuelve a ver el programa completo de Salvados: el maquinista del Alvia en atresplayer.com