El descontrol reina en A la parrilla, un céntrico restaurante de Badajoz en el que la clientela espera horas para que les sirvan "chuletones incomestibles". El mal servicio se suma a la pésima actitud por parte del personal que hacen del negocio un auténtico desastre.
Alberto Chicote se sienta en el comedor del local y lo primero que encuentra es un pelo en la decoración de la mesa. No siendo suficiente con esto, el chef coge la carta y ve platos como "parrillada a la parrilla", algo que hace que el menú del restaurante pierda todo el sentido.
Llega el momento de comenzar a probar la comida pero cada plato que trae Juan recibe una valoración todavía peor que la anterior por parte de Chicote. Ni el atún, ni el bacalao, ni siquiera las croquetas -también denominadas por el chef "masa indestructible"- consiguen conquistar el paladar del chef.
Tras la cata, el conductor de 'Pesadilla' entra en la cocina a saludar al equipo del restaurante donde no es bien recibido. Y es que a Sonia, una de las cocineras, "se la bufa lo que le diga". La primera impresión que se lleva Chicote del ambiente se remata al ver cómo un bicho recorre tranquilamente las paredes.
Ver cómo se defiende el equipo de A la parrilla en pleno directo es algo de lo que Chicote tenía ganas. Pero como era de esperar, la tensión reina en el local, ya que Juanfran, el camarero más joven, le manda "a tomar por culo" al chef de Pesadilla en la cocina.
Chicote presencia un nuevo servicio en el comedor del restaurante y para su sorpresa, unos clientes aplauden al traerles la comida. Esto es debido a algo muy común en el negocio: la tardanza. Sonia reacciona ante el gesto de sus clientes diciendo que "la gente de Badajoz está por civilizar". Chicote pasa verdadera vergüenza.
La reunión de Alberto Chicote con el personal hace que estos se planteen ciertas cosas y decidan tener otra actitud, excepto Sonia, a la quelas palabras de Chicote "le tocan los cojones". El enfado de la cocinera es tan grande que sus gritos traspasan las paredes de la cocina y los clientes oyen el espectáculo formado por el equipo del restaurante.
La reapertura viene como magia para A la parrilla. La actitud de Sonia da un cambio radical, Toni sorprende con un nuevo estado de liderazgo y Juanfran le define como "jefazo". Un nuevo aire se respira en el negocio y se nota en la comida que preparan, al igual que en la satisfacción de los clientes, quienes disfrutan de un servicio bueno y unos platos ricos. Alberto Chicote muy orgulloso por la nueva versión de A la parrilla se funde en un abrazo con Sonia como signo de paz.
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