Los equipos de rescate cavan los últimos cuatro metros de piedra del túnel para llegar a Julen. Se sabe cuál es el terreno, y en el caso de que se encontrasen con una veta sólida y robusta que les impiden pasar, "tendrían que hacer microvoladuras", apunta Tomás García. "Los mineros tendrían que salir", porque el martillo neumático que utilizan no sería suficiente para romper la tierra.

Los especialistas no saben cómo se ha producido el tapón de tierra. Lo que sí explican es que "de las paredes ha caído poco material". "Una hipótesis es que el propio niño hubiese hecho el tapón", explica Tomás García. Se compararán las muestras del pozo donde se encuentra Julen y del túnel habilitado para las actividades de rescate para determinar cómo pudo formarse el tapón.

Tampoco se sabe a qué altura estaría Julen. Pero, por los datos obtenidos en el laboratorio de criminalística de la Policía, los restos biológicos fueron encontrados muy en la superficie, un indicativo de que Julen no debe encontrarse en una zona muy profunda.

En función de lo que los mineros encuentren, "podremos saber mucho más sobre qué ha pasado y sobre qué decisiones habría que tomar", cuenta el experto. Mientras tanto, los mineros continúan con los trabajos de picado y de dos en dos, seguirán trabajando durante toda la noche.