Más Vale Tarde

Un sueldo de 1.500 euros, ser célibe y católico: así es la vida de la Guardia Suiza que protege al papa

La Guardia Suiza lleva más de cinco siglos protegiendo al papa dentro del Vaticano. Con un protocolo estricto, una formación militar rigurosa y una historia sorprendente, este cuerpo se ha convertido en uno de los símbolos más curiosos y admirados del papado.

Un sueldo de 1.500 euros, ser célibe y católico: así es la vida de la Guardia Suiza que protege al papa

¿Quién es la Guardia Suiza que protege al papa cada día? Llevan más de 500 años al servicio del pontífice, y su uniforme llamativo es solo la parte visible de un cuerpo militar con una historia fascinante. Leo Álvarez ha explicado en Más Vale Tarde algunas de las curiosidades sobre esta peculiar unidad.

Su origen se remonta a 1506, cuando el papa Julio II decidió rodearse de una guardia personal formada por mercenarios suizos. En la actualidad, detrás de esos uniformes de llamativos hay soldados con una sólida formación militar.

Pero no cualquiera puede aspirar a ser Guardia Suizo. Para entrar, hay que cumplir una serie de requisitos estrictos: ser varón, suizo, soltero, tener entre 19 y 30 años, medir más de 1,74 metros y, además, contar con experiencia militar previa. También deben tener una formación profesional o título de enseñanza secundaria, no tener antecedentes penales y ser católicos practicantes.

"Es un cuerpo donde se rota mucho. Entran 30 cada año y firman contratos de dos años", explica Leo Álvarez. El proceso empieza con el envío del currículum, que es evaluado por el Vaticano. Si todo está en regla, el aspirante recibe una carta en la que se le comunica si ha sido aceptado o no.

Una vez dentro, comienza el entrenamiento. Primero, pasan un mes en Suiza realizando formación militar básica. Después, viajan a Roma, donde completan su preparación con formación en servicio de honor, psicología, derecho, defensa personal y uso de armas.

Sus funciones como Guardia Suiza

Los guardias suizos se encargan de la seguridad del papa las 24 horas del día. Lo acompañan en todos sus desplazamientos y controlan los accesos al Vaticano. Además, en caso de fallecimiento del pontífice, son responsables de proteger al Colegio Cardenalicio durante la sede vacante y de custodiar el cónclave en el que se elige al nuevo papa. Todo ello por un sueldo aproximado de 1.500 euros al mes.