La historia del robo de un bebé en Basurto (Bilbao) tiene detalles de lo más extraños por parte de la secuestradora, que simuló durante semanas estar embarazada, compartiendo el sexo de ese bebé inexistente y celebrando incluso una 'baby shower'.

La mujer no tenía antecedentes penales y vivía, supuestamente, con su pareja y con la hija de este. Durante las semanas que simuló el embarazo, llegó a comprar una trona, una hamaca y ropa de niño.

Según la descripción de la Ertzaintza, se trata de una mujer de "complexión obesa y pelo rizado largo, recogido en un moño", una apariencia que le ayudaba a seguir con su mentira del embarazo.

La parte final de ese plan era robar un bebé, algo que intentó en varias ocasiones en varias habitaciones del hospital. La mujer se hizo pasar por sanitaria para llevar a cabo su plan, acudiendo posteriormente a una farmacia a comprar leche en polvo y un biberón.

La secuestradora pasó la noche en casa de una amiga, aprovechando la noche para compartir la llegada de 'su' bebé al mundo mediante fotos a sus contactos. Finalmente, dejó al bebé en el felpudo de una vivienda al azar, siendo encontrada por las autoridades llorando acompañada de una amiga.