Jenny Rebollo ha sido su primera víctima. Sus amigos y familiares están desconsolados. Candelaria, su amiga y paño de lágrimas desde hace nueve años, explica que se lo contaban todo porque Jenny iba todos los días al bar donde trabaja Candelaria. Era muy conocida en el barrio. Comenzó regentando una peluquería en Bilbao hace ya ocho años. Sus conocidos aseguran que trabajaba "arreglando pelos" e incluso "iba a las casas".

"Siempre trabajó en la belleza, era lo que le gustaba"

Eso mismo fue lo que les contó a su familia, que le iba muy bien regentando la peluquería y creían que el 21 de mayo empezaba a trabajar como masajista en un gimnasio de artes marciales, donde le habían prometido un buen sueldo con todas las prestaciones. Sus familiares explican que "siempre trabajó en la belleza, era lo que le gustaba".

La ilusión de Jenny era volver a su tierra con sus dos hijos. Sus familiares aseguran que "nunca nos dijo que tuviera problemas". Añaden que anhelaba "volver a Colombia". Esperan poder repatriar pronto su cuerpo.

La noticia ha conmocionado Colombia. Sus conciudadanos en España aseguran que Jenny "repartía tarjetas para que la persona que suisiera la llamara". 

Todo apunta a que Juan Carlos Aguilar buscó a sus víctimas cerca, en el barrio de San Francisco. Allí se cruzó con la nigeriana Ada Ortuya, y posiblemente también con Jenny. Con al menos una semana de margen entre una y otra. Jennifer incluso vivía mucho más cerca de Aguilar, a unos 200 metros. Aunque él, en comisaría, tras reconocer el crimen, reconoció que de aquellos días todos sus recuerdos son confusos.