El sector eléctrico ha sufrido 36 normativas nuevas en sólo tres años, como modificaciones en el recibo de la luz, variaciones en los cálculos de gasto o contadores inteligentes. Y la conclusión, según el informe de David Robinson es que el precio del recibo de la luz en España sube el doble que nuestros vecinos europeos.

Desde el inicio de la crisis, en términos porcentuales, el precio final de la luz en España ha subido prácticamente un 70%, mientras que para nuestros vecinos franceses o alemanes el incremento es de un 50 % y un 40 % respectivamente.

España ha escalado ocho puestos en el ranking europeo y según los expertos, la causa no es el consumo, sino los impuestos, tasas y  regulación energética.

De cada 100 euros de gastos, 20 euros son impuestos, 18 en subvenciones a las renovables, 14 euros en transporte y distribución, 10 en déficit y sobrecostes y 38 en consumo.

El Gobierno defiende el modelo en voz del ministro Soria, que afirma que "los consumidores podrán saber loque gastan". Sin embargo, con los consumidores hechos un lío, la luz es el doble de cara para una familia española que para una estadounidense.