La magistrada del Tribunal Constitucional María Luisa Balaguer ha relatado en Más Vale Tarde cómo vivió ella el pleno del Tribunal Constitucional de ayer lunes que, en un choque institucional sin precedentes, decidió suspender la tramitación legislativa de dos enmiendas a una ley que aún no habían entrado en vigor y que afectaban a la propia institución.

"Hay un diálogo permanente en el tribunal, pero hay momentos de máxima tensión donde se deja bastante ver que efectivamente es un órgano plural. Asuntos como el de Cataluña han concitado siempre una unanimidad porque ahí el Constitucional funcionaba con una visión de Estado. Eso es lo que falló ayer", ha considerado la jueza.

En este sentido, para Balaguer los magistrados deberían haber tenido en cuenta la prioridad "de que se renueven cuanto antes los órganos" y que el recurso de amparo presentado en realidad debería haber sido un recurso de inconstitucionalidad, una vez la ley estuviera en vigor.

"Hay problemas o asuntos que tienen menos relieve político. El de ayer era el de máxima intensidad política que yo he vivido aquí, junto con el procés de Cataluña", ha relatado. De hecho, en su explicación ha agregado una suerte de reproche a sus compañeros conservadores que ayer dieron el visto bueno a las medidas cautelarísimas requeridas por el PP: "Hay que ser muy consciente por parte de cada magistrado de que nuestras decisiones deben estar basadas en razones técnicas y no en razones políticas o de oportunidad", ha lamentado.