La familia de Anna Marín, la joven desaparecidaen Elche que podría haber viajado hasta Perú para formar parte de una secta, está "rota de dolor". Ninguno de sus miembros se explica qué podía pasar por la cabeza de Anna para marcharse sin decir nada

Más Vale Tarde ha hablado con David Marín, el hermano, que explica que la familia está centrada en poder aclarar todo "de una manera rápida eficaz y feliz para todos", con el regreso de Anna a casa.

"Está siendo la peor semana para todos los miembros de nuestra familia, pero a partir de ahora lo que hay que tratar de conseguir es arrojar toda la luz posible sobre este asunto", ha explicado.

Y no ha dudado en lanzar un mensaje a su hermana: "Que sepa que aquí tiene su casa y su familia, que quiera vivir la vida que quiera vamos a apoyarla", ha dicho.

Por ahora, se muestra optimista de poder "desenmascarar lo que haya detrás, una secta, una persona o un grupo pseudoreligioso". Aunque lo cierto es que no son ajenos a las similitudes de este caso con el de Patricia Aguilar.

Ahora, la joven se pone en contacto con ellos e insiste en que se retiren los carteles de desaparecida de las redes sociales y en que se retire también la denuncia que la familia interpuso en la Policía por la desaparición. "No quiere que se haga ruido, que se mencione el caso, que se le de publicidad", ha explicado.

Además, ha relatado que Anna es una persona muy casera, muy responsable y muy estudiosa y que los expertos en desaparecidos y la familia de Patricia les ha explicado a su familia que este tipo de asociaciones o sectas buscan a personas con inquietudes y que estén en un momento vulnerable. "Ella ha tenido que estar ahí aunque no se manifestó en casa porque no lo detectamos. No tiene sentido que se vaya de su casa a las bravas, a otro continente y sin decir ni palabra", ha contado.