'Asesinato de un Borbón' es el nuevo libro de Javier Pardo, una novela basada en la historia real de Candelaria, una mujer de la localidad zaragozana de Maella que se enamoró de Carlos Edgard Serge de Borbón, quien aseguraba ser hijo bastardo del emperador Francisco José I de Austria. Expulsado de España por espionaje y estafa, apareció asesinado en 1932 en la habitación de hotel donde ambos vivían en París.
"Según dijo el forense, la cabeza casi estaba separada del cuerpo", indica el padre de Cristina Pardo, que para escribir esta novela ha consultado documentos de la época, entre ellos un sumario de "1.100 páginas escritas a mano". El crimen, cuenta, "salió en la prensa de España muy poco", pero se cubrió más extensamente en la prensa europea y, sobre todo, francesa, por el especial interés que despertaba la condición de supuesto Borbón de la víctima.
Más Noticias
- Última hora de la decisión de Pedro Sánchez, en directo | El presidente comunica al rey su decisión y a Montero, Cerdán y Bolaños
- VÍDEO | La comparecencia de Pedro Sánchez, en directo
- Guerra en Oriente Medio, en directo | Ascienden a 19 los palestinos asesinados en la ofensiva de Israel sobre Rafah
- Muere la madre de Carles Puigdemont: "De alguna manera, yo también estaba presente"
- Guerra Rusia-Ucrania, en directo | Rusia informa sobre la toma de otra localidad ucraniana al norte de Avdivka
Pero, ¿quién era en realidad Carlos Edgard Serge de Borbón? "Candelaria siempre creyó lo que él le había dicho, que era Borbón", explica el autor, que detalla que él tuvo un hijo con una mujer americana en Estados Unidos que también recibió el apellido. Puedes escuchar un adelanto de la novela y la historia real que hay detrás en el vídeo que ilustra estas líneas.
'Anatomía del robo del siglo'
"Las bandas pudieron utilizarlos como moneda de cambio": Mamen Mendizábal avanza las hipótesis sobre la desaparición de los cuadros de Francis Bacon
"Había bandas de delincuentes internacionales muy importantes que tenían mucho interés en comprar esas obras para tenerlas como escudo protector cuando les detuvieran", dice José María Irujo, jefe de investigación de El País, en este avance de 'Anatomía del robo del siglo'.