Pedro Sánchez ha centrado la precampaña electoral del próximo 23J en luchar contra el 'antisanchismo'. El líder 'socialista' asegura que ha habido una estrategia por parte de la "derecha política, mediática y económica" para difundir "falsedades" y dibujar el concepto 'sanchismo' como algo peyorativo. Una imagen que quiere destruir respondiendo las inquietudes de los periodistas y de la oposición en los medios de comunicación.

Jordi Évole, en cambio, ha recordado al presidente del Gobierno en una entrevista en Lo de Évole a apenas un mes de las elecciones generales que ésta no es la línea que ha seguido durante la legislatura. De hecho, ha expuesto que no ha dado entrevistas a medios conservadores. Así, al ser preguntado sobre si se había olvidado de la gente que no le vota, el 'socialista' ha sido contundente: "He evaluado mal la fuerza corrosiva de muchos de estos argumentos que se han ido propagando por estos medios de comunicación...".

Además, Sánchez ha destacado que no ha tenido "cuatro años normales": "No he parado de trabajar. He tenido que enfrentarme a una pandemia, a las consecuencias económicas y sociales de una guerra y sacar adelante 200 leyes". "Insisto, mi error ha sido que no he sido capaz de medir cuáles son las consecuencias de esta burbuja de sanchismo que se ha creado por parte de una serie de intereses", ha aseverado el mandatario.

Acusa al PP de inflar una 'burbuja' con el sanchismo

El presidente del Gobierno ha remarcado esta idea durante toda la entrevista con el periodista de laSexta. No solo por parte de los poderes mediáticos, sino también de los políticos y económicos. Sánchez ha señalado que el PP ha seguido una estrategia "trumpista" para desdibujar su imagen: "El trumpismo es la deshumanización del adversario político, que es lo que han hecho estos años con el 'sanchismo', es el cuestionamiento de los resultados electorales cuando no te gustan y es el incumplimiento de la legalidad", ha indicado el presidente, que ha asegurado que el 'sanchismo' es una "burbuja" inflada durante todos estos años basada en "las mentiras, las manipulaciones y la maldad".

"El sanchismo no es sino el no hablar de lo que hemos hecho", ha continuado el político, que ha asegurado que "hemos hablado del sanchismo para no hablar de que hemos subido el SMI, que hemos revalorizado las pensiones, de que hemos aprobado una reforma laboral que hace que dos de tres contratos sean fijos...".

Medidas económicas y sociales que, ha aseverado, "si forman parte del centro de la conversación pública, la derecha política, mediática y económica pierde el debate". Por este motivo, ha asegurado, "inflan la burbuja del sanchismo en base de mentiras".

Reitera que existen poderes económicos que quieren verle "caer"

En la misma línea, Sánchez ha cargado contra algunos poderes económicos y financieros que ha asegurado que desean verle fuera de la Moncloa: "El aprobar impuestos en contra de estos intereses no tan visibles genera sus dificultades". Si bien el presidente ha reconocido que no ha recibido amenazas directas, ha dibujado un escenario financiero que busca el hundimiento del Gobierno de coalición y afirma que para saber quienes son solo hay que seguir "la pista del dinero": "Del dinero de los sobresueldos y del dinero de aquellos que siempre han pensado y han creído que este país es el suyo".

Palabras con las que Sánchez se reafirma en las declaraciones que hizo en 2016 también a Jordi Évole. Entonces afirmó que había "responsables empresariales que han influido a través de los medios de comunicación, o que lo han intentado, en las decisiones de las distintas organizaciones políticas y que han trabajado porque haya un gobierno conservador en nuestro país".

Defiende su gestión

El presidente también ha insistido en desdibujar los vínculos que trata de lazar la derecha entre el PSOE y su Gobierno con Bildu y ETA, algo que, ha dicho, es la vinculación más dolorosa que le han hecho siendo presidente del Gobierno.

Sánchez ha reiterado que no ha gobernado con Bildu, y que simplemente han llegado a acuerdos parlamentarios: "Me separa una distancia abismal y eso hace que en Euskadi nos entendamos de una manera estratégica con el PNV y no con esta formación política. Cosa distinta es que nosotros, por leyes parlamentarias, pactemos con una formación política u otra", ha insistido tras afirmar que no se avergüenza de haber llegado a esos acuerdos para permitir la puesta en marcha de algunas medidas sociales y económicas.