Un viernes cualquiera, de noche, Hansj salió a beber con sus amigos y tomó la decisión de coger el coche para volver a su casa. Durante el camino, el hombre se encontró de frente con un control de alcoholemia.

"Pensaba en varias soluciones, si daba la vuelta seguro que les llamaba la atención y me seguían, y si me acercaba podía tener la suerte de que no me parasen, pero si lo hacían y soplaba tenía que soportar las consecuencias", recuerda el hombre durante un permiso penitenciario.

Finalmente, se acercó al control, pero sucedió algo que nadie imaginaba: atropelló a un policía: "Había un policía que estaba al borde de la carretera que yo no vi y lo atropellé". Hansj recuerda que notó un golpe y pensó,"eso no es un coche": "Vi un cuerpo por encima de la luna y era el policía". Hansj dio 0,92 y 0,96 en el control de alcoholemia.

"El accidente que tuve fue mi culpa y en ese accidente murió una persona", sentencia. Además, destaca que "muchas veces" le da por pensar en que él volverá "pero esta persona nunca lo hará y era un padre de familia": "Eso, al principio, era muy difícil de soportar".

El dolor de su mujer: "Por qué no se fue él, así no dejaba a tres niños sin su padre"

"Estás a gusto y tranquila, y tienes paz, eso era mi vida antes", así explica Elena, la mujer de Hansj, cómo "de la noche a la mañana" cambió su vida para siempre después de que su marido provocara un accidente mortal en el que falleció un policía.

"Creía que tenía muchos amigos, pero mi mujer fue la única que no me abandonó"

"Ella me dijo que pasara lo que pasara no me iba a dejar, y es verdad, no me dejó", afirma Hansj de Elena, su mujer. El hombre destaca que "antes de entrar en la cárcel pensaba que tenía muchos amigos, pero finalmente, quedan muy pocos". Incluso, cuenta cómo su hermana, desde que está en la cárcel, le trata como si ya no existiera.

Además, el hombre afirma que jamás volverá a reincidir porque ha matado "a una persona inocente que solo hacía su trabajo".