Camilo Sexto, en una entrevista en el blanco y negro de ABC, relató cómo recibió la visita de presuntos ultras del grupo Cristo Rey. Lejos de amedrentarse, el artista se mantuvo firme en su compromiso con la obra. Durante cuatro meses, representó el musical, interpretando canciones que marcarían la historia del género en España.

La adaptación cinematográfica del musical tampoco escapó de la polémica. En su estreno en España, señoras mayores y sacerdotes rezaban en la puerta de las salas, mientras algunos intentaban arrancar carteles de la película. Actos de violencia como el lanzamiento de zotal y panfletos insultantes evidenciaron la hostilidad de los sectores más conservadores, principalmente pertenecientes al grupo ultra Cristo Rey, que no toleraban la representación de la obra.

La radio del Vaticano radió el disco completo del musical y organizó un coloquio con los autores, quienes incluso fueron recibidos por el Papa. A pesar de contar con la bendición vaticana, algunos sectores más rígidos de la Iglesia veían la obra como una interpretación irreverente del evangelio, al alejarse de la música sacra y abrazar una ópera rock con influencias hippies.

La obra presentaba a Jesús de manera más humana que divina, mostrando una faceta menos firme de lo que se le presupone. Judas emergía como un protagonista con una fuerza arrolladora, desafiando la narrativa tradicional. Por su parte, María Magdalena se mostraba enamorada de Jesús, desviando el foco de su papel como seguidora de su palabra. Ángela Carrasco, en una interpretación memorable, trajo vida a esta faceta controvertida del musical.