El escenario del Festival de San Remo, con sus 74 años de historia, se erige como un termómetro político de Italia. Desde la llegada de la ultraderecha al gobierno, el evento ha sido un campo de batalla para diversas protestas. Cabe recordar la impactante acción del rapero italiano Fedez, quien el año pasado exhibió una foto comprometedora de un ministro de Meloni.

Transmitido por la televisión pública italiana, el festival no escapa a la influencia política. El año pasado, incluso el presidente de la República hizo una inusual aparición para defender la Constitución frente al nuevo gobierno de ultraderecha. Además, mensajes internacionales, como el de Zelenski, añadieron más leña al fuego político.

La libertad sexual también ha encontrado su voz en San Remo, aunque no sin controversia. Desde Rosa Chemical simulando una relación sexual en vivo hasta la representación de género fluido por parte de algunos artistas, cada año se desatan debates acalorados. Incluso, en 1978, la mención de la palabra "sexo" generó un escándalo nacional.

Las reivindicaciones no son nuevas en San Remo. Desde Loredana Berté hasta Belén Rodríguez, muchos artistas han sido tildados de exagerados o vulgares por abordar temas polémicos en el escenario. Incluso, el simple acto de ser el primero en actuar, como lo hizo el cantante Lauro, puede desencadenar una tormenta mediática. San Remo es más que brillo, es un crisol de polémica y política en Italia.