Escándalo en el partido ultra
La exportavoz de Vox en Baleares acusa al partido de desviar fondos públicos a la fundación de Abascal: "Es una estafa piramidal"
El contexto Idioa Ribas ha desvelado en una rueda de prensa que sufrió presiones para "desviar ingentes cantidades de dinero" del grupo parlamentario al partido. Cuando fue cesada, su sustituta, Manuela Cañadas, elevó la cantidad transferida del 10 al 50%, ha relatado.

Resumen IA supervisado
Idoia Ribas, ex portavoz de Vox en el Parlament balear, ha acusado al partido de transferir la mitad de su asignación parlamentaria a la Fundación Disenso, presidida por Santiago Abascal, para enriquecerse. Ribas denunció presiones del partido para convocar elecciones anticipadas en Baleares y calificó a Vox de "estafa piramidal". Afirmó que la dirección nacional presionó para desviar fondos, lo que su sucesora aumentó al 50%. También reveló intentos de manipulación para expulsar a dos diputados. Vox ha minimizado las acusaciones, calificándolas de "pataleo de expulsados" y defendiendo la legalidad de la financiación de la fundación.
* Resumen supervisado por periodistas.
La exportavoz de Vox en el Parlament balear, Idoia Ribas, ha denunciado este jueves que el grupo parlamentario transfiere a las arcas nacionales del partido la mitad de su asignación, dinero que acaba en la Fundación Disenso, un instrumento del líder del partido, Santiago Abascal, para "forrarse". Ribas ha comparecido en rueda de prensa para desvelar, entre otras maniobras, que la dirección estatal de Vox trató de forzar en enero de 2024 la convocatoria de elecciones anticipadas en Baleares, retirando su apoyo parlamentario al Govern del PP.
Ribas, actualmente diputada no adscrita, ha replicado a las descalificaciones contra ella y otros antiguos cargos del partido derechista que formuló este miércoles el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, y ha afirmado que la organización que dirige Abascal es "una estafa piramidal con estructura de secta".
Para ella, el verdadero interés de Abascal es "acumular dinero público en la Fundación Disenso" de la que "se ha hecho presidente vitalicio". Con ese fin, al inicio de la legislatura, la cúpula estatal presionó al grupo parlamentario balear (entonces formado por ocho diputados, de los que quedan cinco) para que le transfirieran fondos de la asignación pública que le corresponde para financiar su funcionamiento. Los diputados decidieron entonces limitar esta derivación de dinero al 10%, pero cuando Ribas fue destituida como portavoz, su sustituta, Manuela Cañadas, elevó la cantidad hasta el 50%, ha relatado.
La exportavoz ha hecho una relación exhaustiva de presiones, manipulaciones y engaños contra ella y sus compañeros desde la cúpula estatal de Vox, que negoció directamente, según su relato, un acuerdo nada exigente con el PP y aceptó quedar fuera del Govern para poder después "vender humo" con amenazas al Ejecutivo de Prohens. Ribas ha asegurado que, en enero de 2024, Cañadas avisó a sus compañeros de grupo de que el comité ejecutivo provincial, en el que la dirección nacional toma las decisiones, pretendía provocar la convocatoria de elecciones anticipadas con la complicidad de dos de los diputados, Patricia de las Heras y Gabriel Le Senne.
Esa fue la razón, ha desvelado, por la que el resto del grupo votó a favor de la expulsión de ambos. La expulsión se frustró, pero también la maniobra de retirar el apoyo parlamentario al PP. Ribas, que ha comparecido junto a otro diputado que abandonó Vox, Agustín Buades, y a la consellera menorquina Maite de Medrano, también díscola, ha remarcado que en toda España hay cargos electos que han abandonado el partido de Abascal acosados por "mentiras, injurias y calumnias".
Son "prácticas tóxicas" que inhabilitan a "un grupo de personas que pretenden dirigir un país" pero se dedican a maltratar a quienes consideran "una amenaza para sus intereses particulares", ha recalcado.
Vox asegura que se trata de "un pataleo"
La dirección de Vox resta importancia a las acusaciones de Idoia Ribas. Fuentes del partido aseguran a laSexta que se trata de "un pataleo de expulsados". Además, esas mismas fuentes sostienen que la financiación de la Fundación Disenso es "una práctica legal que ha avalado el Tribunal de Cuentas".