La propuesta de Sánchez es clara: usar 50.000 pisos de la Sareb para alquileres asequibles. El problema es cómo son y dónde están esos pisos. En laSexta Clave hacemos una radiografía del parque inmobiliario actual del llamado banco malo, que se dedica a rescatar los activos tóxicos de los bancos tras la crisis de 2008.

Sánchez promete ofrecer a ayuntamientos y a comunidades 21.000 de las 46.500 viviendas construidas que tiene la Sareb. Y más de 15.000 de las casi 25.000 disponibles pero que aún estarían por construir. Todo para alquiler social. Las cifras son ambiciosas pero el principal problema surge con la ubicación de esas viviendas: en ambos casos, la mayoría de activos de la Sareb se localizan fuera de las capitales de provincia: el 85%. Solo el 15% de las viviendas están en las grandes ciudades, las de mayor demanda.

Diferencias dentro de la misma provincia pero sobre todo y muy acentuadas entre comunidades autónomas. ¿Cuáles son las que más propiedades de la Sareb tienen? Cataluña y la Comunidad Valenciana. Solo estos dos territorios concentran la mitad, el 48%. Tras estas dos autonomías, con 13.000 y casi 9.000 propiedades respectivamente, Andalucía, Castilla-La Mancha, la Región de Murcia, Castilla y León, la Comunidad de Madrid, Galicia y Aragón. Por ese orden y cifras entre 1.000 y 5.000 viviendas. Por debajo del millar, Cantabria, Canarias, La Rioja, Extremadura, Baleares y Asturias. Pero es que el País Vasco o Navarra apenas rondan el medio centenar.

Si nos fijamos por ciudades el problema surge cuando las dos grandes urbes, Madrid y Barcelona, concentran menos de una tercera parte de todo el parque de viviendas del banco malo. Si se comparan teniendo en cuenta el número de habitantes, son ciudades más pequeñas, sin ser las más tensionadas, las que mejor paradas salen con esta medida: Girona, Ávila y Murcia.

Sin embargo, las cifras son casi ridículas en las zonas donde precisamente el alquiler se ha convertido en un problema: Madrid tiene 36 viviendas de la Sareb por cada 100.000 habitantes, 47 Barcelona, 35 Valencia y algo más de 20 Palma o Las Palmas. Málaga, donde más ha subido el precio del alquiler en los últimos meses no llega ni a la veintena.