Uno de los personajes fundamentales en todo el proceso penal contra Donald Trump es el fiscal de Manhattan. Aunque le llaman el 'rey de Harlem'. Es quien presentó los cargos y Trump también le envió un mensaje en su red social. Colgó un montaje: él con un bate de béisbol y a su lado el fiscal, al que ha llamado "psicópata", "degenerado" y "racista".

Bragg es el primer fiscal negro de Manhattan. Una persona que desde luego ha hecho historia en Estados Unidos. Alvin Bragg es quien ha sentado en el banquillo a Donald Trump. Como fiscal, es el primer funcionario de la historia estadounidense que presenta cargos contra un expresidente. Se define a sí mismo como un profesional que ha dedicado su vida a trabajar duro con coraje y con exigencia de justicia. En 2022 se convirtió en el primer fiscal afroamericano en liderar la oficina del distrito de Manhattan. Su objetivo siempre ha sido perseguir la corrupción política.

Bragg tiene 49 años y está graduado en Derecho por Harvard. Creció en el barrio neoyorquino de Harlem y vivió de cerca la agresividad de la policía durante su adolescencia, lo que ha marcado su carrera judicial. Como abogado en derecho civil, ha liderado casos muy mediáticos. En 2014 representó a la familia de un afroamericano que mató un policía de Nueva York.

De perfil discreto, demócrata, se ha convertido en el foco de los ataques de los seguidores de Trump. Lo acusan de liderar un caso político. Aunque no es la primera vez que está involucrado en los problemas judiciales del expresidente. Ha participado en 100 demandas contra Trump y sus negocios. Sin duda, se trata de una persona persistente. Cuando comenzó a trabajar como fiscal el año pasado, sus compañeros que trabajaban en el caso contra los negocios de Trump renunciaron. Lo hicieron después de que Bragg no autorizara buscar cargos penales contra el expresidente. Lo que quería era ganar tiempo. Bragg pidió paciencia y en noviembre de 2022, después de meses de trabajo, revivió la investigación contra Trump.

Bragg presentó el caso contra el exmandatario norteamericano ante el jurado, que escuchó decenas de testimonios. Finalmente aceptó presentar los cargos a los que se enfrenta ahora el expresidente. Alvin Bragg ha ganado de momento el primer asalto importante de una guerra judicial sin precedentes haciendo historia en Estados Unidos.