Orgullo nuclear

El programa nuclear iraní, intacto y más fuerte: un símbolo nacional que resiste bombas y sanciones

La otra cara Lo que comenzó como un proyecto tecnológico hoy es para millones de iraníes un símbolo nacional que representa la lucha contra la injerencia extranjera y la defensa del futuro energético y militar del país.

El programa nuclear iraní, intacto y más fuerte: un símbolo nacional que resiste bombas y sanciones

Lo han bombardeado. Lo han saboteado. Lo han intentado frenar con sanciones, amenazas y ataques. Pero el programa nuclear de Irán sigue ahí. Y no solo sigue: según las autoridades iraníes, está listo para reactivarse con toda su fuerza. El mensaje es claro: ni lo han desbaratado, ni lo van a desbaratar.

En Irán, el programa nuclear no es solo una cuestión técnica. No son solo laboratorios y uranio enriquecido. Es mucho más: es un símbolo nacional. Algo que une, que representa independencia, resistencia, soberanía. Para muchos iraníes, tener tecnología nuclear es una forma de decirle al mundo: "aquí decidimos nosotros".

¿Por qué tanto orgullo?

Tiene que ver con la historia. Irán ha pasado más de un siglo siendo manipulado desde fuera. Por británicos, por rusos, por estadounidenses. Incluso cuando parecía que eran independientes, había potencias moviendo los hilos. Luego llegó la revolución islámica, la guerra con Irak, los ataques israelíes, las sanciones…

Y en medio de todo eso, los iraníes empezaron a ver en el programa nuclear una forma de cortar esas cadenas. Algo propio, estratégico, que les diera poder energético… y tal vez también militar. Una carta que solo ellos puedan jugar.

Bombas, pero nada se detiene

Estados Unidos e Israel han atacado instalaciones nucleares. Han lanzado bombas enormes. Han usado virus informáticos. Han matado científicos. Pero el programa sigue. Lo reconstruyen. Lo protegen. Lo dispersan. Y cuanto más lo atacan, más fuerte vuelve.

¿Hay división dentro de Irán? Sí, pero no sobre tener el programa, sino sobre su objetivo. El líder supremo, el ayatolá Jameneí, prohibió en 2003 fabricar armas nucleares. Lo considera algo contrario al islam. Y eso, según muchos expertos, ha sido clave para que Irán no tenga hoy la bomba.

Pero ahora, con todo lo que está pasando, dentro del país hay gente que dice: "ya basta". Que si nos atacan, si nos quieren débiles, si no respetan los acuerdos… ¿por qué deberíamos seguir respetando esa prohibición?

El programa nuclear de Irán ya no se puede borrar. Es parte de su identidad. Como su cultura, como su religión, como su bandera. Por eso no lo han podido destruir. Por eso no lo han frenado. Y por eso, probablemente, no lo van a frenar.