'Drama' electoral

La ley anti 'robos de democracia' frente a la sobreactuación política del PP por 124 votos robados

Entre líneas Lo que algunos llaman "ataque a la democracia" es, en realidad, un robo de delincuencia común: la Junta Electoral garantiza que todos los vecinos afectados puedan votar de nuevo y que el proceso siga siendo seguro y transparente.

La ley anti 'robos de democracia' frente a la sobreactuación política del PP por 124 votos robados

Lo que empezó como un robo en una oficina de Correos se ha convertido en un fenómeno político de primer nivel: el Partido Popular ha hablado de "robo de la democracia", "ataque a la libertad" y ha pedido explicaciones a ministros y autoridades como si estuviéramos ante un golpe de Estado.

La realidad, sin embargo, es otra. La Guardia Civil investiga el robo de 124 votos y 14.000 euros en la oficina de Correos de Fuente de Cantos y asegura que se trata de delincuencia común. La caja fuerte fue recuperada, los votos estaban desperdigados y el dinero… ni rastro. Los vecinos afectados ya están siendo contactados para poder votar de nuevo, y las autoridades insisten: el sistema electoral funciona y no hay fraude.

El discurso del PP

Los 'populares' han comprado el relato de que "nos roban la democracia". Miguel Tellado hablaba de "alguien con interés en reventar las reglas del juego para alterar el resultado" y se refería a los hechos como "trampas, malas artes o fraude". Ester Muñoz lamentaba que esos 124 votos "podían dar o quitar un escaño" y Feijóo pedía explicaciones al Gobierno mientras animaba a los ciudadanos a ir a votar "masivamente" en defensa de la libertad y la democracia.

Todo esto sobre 124 votos que, en términos prácticos, no afectan el funcionamiento del sistema electoral.

Cómo funciona realmente el voto por correo

La ley es clara: los artículos 72 a 75 de la LOREG regulan todo el proceso. Cuando un elector pide el voto por correo, queda registrado en el censo. No se le entrega un sobre con papeletas, sino un certificado que registra que va a votar por correo, para que no pueda luego votar en la mesa presencial.

Una vez que el voto se envía, se registra su llegada, pero nunca se conoce el contenido. Por eso, incluso si alguien roba un sobre, no puede saber a quién beneficia.

Si ocurre un robo y se denuncia:

  • Los votos originales quedan anulados.
  • La Junta Electoral genera un duplicado con nuevo identificador para que el elector pueda votar de nuevo.
  • El sistema sabe quién ha votado por correo y cuándo, pero no sabe por quién ha votado.

Qué pasa con los votos ya emitidos

Si los sobres robados llegaran más tarde a una mesa, no servirían. Quedan automáticamente invalidados y reemplazados por los duplicados generados por la Junta. Esto garantiza que nadie pueda manipular el resultado.

Mientras el PP hablaba de "robo de la democracia", "dinamitar los cimientos de la libertad" y "pisotear los derechos del pueblo extremeño", las autoridades trabajaban para que todos los vecinos puedan votar de nuevo. Un caso de delincuencia común, sin fraude, sin manipulación política y sin riesgo para la democracia.

Para hablar de "robo de la democracia", primero habría que entender cómo funciona realmente la democracia, especialmente el voto por correo. En Fuente de Cantos, al final del día, la democracia sigue intacta.

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