En China trabajan con muchas vacunas contra el coronavirus que todavía están en fase de estudio o de ensayo, pero hay dos que ya han sido autorizadas para su venta. Lo peculiar de estas fórmulas es la dificultad que se da para conocer realmente su eficacia y cómo las farmacéuticas varían el precio en función a quién se la venda.

laSexta Clave ha indacado sobre las características de la vacuna que comercializa Sinopharm y de la vacuna de Sinovac.

La primera, a simple vista, tiene cualidades muy similares a las vacunas que ya han llegado a España: se administra en dos dosis con una diferencia de 21 días y tiene una conservación de -2ºC o -8ºC.

Lo novedoso llega cuando analizamos la eficacia, ya que esta depende de quien haga el estudio. Hay unos que sostienen que tiene un 79,4% de eficacia y otros un 86%. Esto se debe a que no hay una evaluación externa.

A pesar de ello, la fórmula se vende en multitud de países, como Perú, Serbia, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania, Irak, Pakistán, Marruecos, Hungría, Indonesia, Sri Lanka o Camboya. Como no hay una compra centralizada, como ocurre en Europa, cada uno la compra a un precio.

Como ejemplo, Argentina está negociando pagar 33 euros por dosis, mientras que Perú podría hacerlo a 43,70 euros, diferencias muy notables.

Lo mismo ocurre con la vacuna de Sinovac. Según diferentes estudios la eficacia de estas dosis puede estar en el 50,4%, el 65,3% y el 91,25%. Con ella también se da un baile de precios según a quién y cuántas vendan: oscila entre los 16 euros la dosis y puede llegar a superar los 50.

En los listados de países en los que se comercializan ambas fórmulas tienen algo en común: se trata de países emergentes, en desarrollo, que son a los que se dirige principalmente China.

Como explica el periodista José María Rivero, el mensaje que quiere dar China es el de situarse como un referente que puede proporcionar, en mitad de una pandemia mundial, lo mismo o más que Estados Unidos o la Unión Europea a estos países en vías de desarrollo.

Esto en parte lo pueden hacer porque no tienen prisa por vacunar en el país, ya que tienen la situación controlada y por lo tanto, pueden dedicar toda la producción a la venta.