La Franja de Gaza, también llamada Gaza, es considerada "la mayor cárcel a cielo abierto del mundo". Son 360 kilómetros cuadrados, algo más de la mitad de la superficie de la ciudad de Madrid. Es un territorio inhabitable, y allí viven encerradas más de dos millones de personas. Es la zona con mayor densidad de población del mundo. De ellos, la mitad son niños. Ese millón de niños también sufre este castigo colectivo.
La vida allí no es nada fácil: un 50% de las personas no tiene trabajo. Los hogares se enfrentan cada día a graves dificultades como son el acceso al agua y la disponibilidad de luz eléctrica. De esa miseria que se vive en Gaza, Israel tiene mucho que ver. Para empezar porque Israel controla la entrada de esa ayuda humanitaria que tanta falta hace. Ocho de cada diez gazatíes viven por debajo del umbral de la pobreza.
Uno podría pensar que la Franja de Gaza es un territorio al menos con control de sus propias fronteras, pero no es así. Israel somete a ese territorio a un bloqueo endurecido en 2007. Controla sus costas, su espacio aéreo, qué entra y qué sale de la franja. La mayoría de sus habitantes no ha salido nunca. De hecho, un cuarto de la población de Gaza vive en campamentos de refugiados. Los tres más importantes son los de Rafah, Khan Younis y Jabalia. Este último ha sido brutalmente atacado este lunes.
El 95% de las aguas subterráneas no son aptas para el consumo y el agua de grifo es salada. De luz suelen disponer de entre dos y cuatro horas al día, normalmente por la noche. Y ahora, esa situación va a empeorar aún más. Israel ha puesto en marcha su asedio total para aplastar a Hamás y de paso al resto. El ministro de Infraestructuras de Israel ha dado la orden de cortar el suministro de agua, luz y combustible. "Ordené cortar inmediatamente el suministro de agua de Israel a Gaza", escribió el dirigente israelí en sus redes sociales. Además, ha vaticinado que "lo que hubo en el pasado no lo habrá en el futuro".
La primera en 33 meses
Todas las ideas y propuestas que se van de la Conferencia de Presidentes sin ningún tipo de acuerdo o compromiso
Falta de consenso La reunión trató sobre vivienda y financiación autonómica, pero no hubo acuerdo en medidas de vivienda ni en el reparto de menores migrantes no acompañados. El Gobierno solo dio recomendaciones.