La guerra abierta entre Israel y Hamás tras el ataque del pasado sábado deja ya más de 1.500 muertos en un conflicto que parece muy lejos de acabar. Los muertos israelíes ya superan los 900, mientras que en la Franja de Gaza suman 788, incluidos más de 140 niños, así como 4.100 heridos.

Son las cifras que arroja una guerra que ha tenido varios puntos abiertos de interés este lunes. Uno de ellos ha sido el de los más de 100 rehenes tomados por Hamás, a los que amenaza con ejecutar públicamente en caso de que se produzcan nuevos bombardeos israelíes sin previo aviso. Así de claro se ha mostrado Abu Obeida, portavoz de las brigadas de Al Qasam, brazo armado de Hamás.

Por el momento, no hay conversaciones para que esta guerra acabe. No se ve en el horizonte un alto el fuego. "Estamos en guerra", ha aclarado Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Exteriores israelí. Antes, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, hizo público que Gaza quedaba completamente bloqueada. Es decir, no tienen ni electricidad, ni comida, ni combustible.

"Estamos luchando con animales humanos y actuaremos de la misma manera", ha dicho Gallant, que ha dejado claro que "todo estará cerrado" a partir de ahora, según 'The Times of Israel'.

El objetivo de Israel es claro: "Destruir la infraestructura del terror". Son palabras de Benjamín Netanyahu, que ha comparado los ataques de Hamás con las "atrocidades" del Estado Islámico, prometiendo "eliminarles exactamente de la misma forma que el mundo ilustrado eliminó" a los terroristas.

El cambio de postura de Bruselas

Así está la situación tras tres días de guerra, en el que Europa también ha tenido una posición cambiante. Si en un primer momento se anunció que se suspendían "todos los pagos" a la ayuda al desarrollo palestino por parte del comisario de Vecindad, Oliver Varhelyi, durante la tarde del lunes se aclaró desde Bruselas que esto no iba a ser así.

A través de un comunicado, la Comisión Europea explicaba que pondría en marcha una revisión "urgente" de la ayuda de la Unión Europea a Palestina, garantizando que ninguna financiación europea pueda financiar actividades terroristas. Además, examinarán si, "a la luz del cambio de circunstancias sobre el terreno, es necesario ajustar sus programas de apoyo a la población palestina y a la Autoridad Palestina".

"Mientras tanto, al no haber pagos previstos, no habrá suspensión de pagos", han zanjado. Una marcha atrás que llega tras el rechazo de varios países europeos a la primera postura europea, entre ellos España. Fuentes del Ministerio de Exteriores confirmaban a laSexta que habían trasladado su "desacuerdo" a congelar los pagos previstos a los palestinos.