Así se vivió la historia

Joan Garcés, superviviente del golpe de Pinochet: "Lo último que me dijo Allende es que iba a proteger al pueblo chileno hasta el final"

El contexto El español que acompañó al presidente chileno durante el asedio al Palacio de La Moneda recuerda en laSexta Clave los últimos momentos de Allende y el encargo de contar la historia del golpe que acabó con la democracia en Chile.

Se cumplen más de 50 años desde aquel 11 de septiembre de 1973, cuando un golpe militar liderado por Augusto Pinochet destruyó la democracia en Chile y cambió para siempre la historia del país. Ese día, el presidente Salvador Allende se enfrentó a la traición de sus generales y al bombardeo del Palacio de La Moneda, y decidió mantenerse firme hasta el final.

Esa mañana, Allende pronunció sus últimas palabras: "La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación. Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. La historia es nuestra y la hacen los pueblos. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!".

Tres horas después, su cuerpo yacía en el segundo piso del palacio. Sus asesores más cercanos murieron o desaparecieron, salvo Joan Garcés, un español que esa mañana lo acompañó y recibió de él un encargo fundamental: "Tienes que irte, porque alguien tiene que contar lo que hemos vivido aquí".

La resistencia de Allende y el golpe militar

Según Joan Garcés en una entrevista en laSexta Clave, Allende iba a anunciar un referéndum al país cuando las fuerzas armadas iniciaron el golpe. Los mandos militares ya tenían listo el llamado 'Plan Hércules', diseñado para sofocar cualquier insurrección y controlar la situación en Chile.

"Ese día, Allende recibe información de que la marina se ha sublevado y que tres generales lo han traicionado. Aun así, decide quedarse y defender el Palacio de La Moneda", recuerda Joan Garcés. "Su objetivo era proteger el sistema democrático, el parlamento, las libertades y las expectativas del pueblo chileno hasta el final".

El asedio duró cuatro horas. Bombas lacrimógenas lanzadas por los militares hicieron imposible respirar dentro del palacio, y fue entonces cuando Allende indicó a los que estaban allí con él que salieran. Joan Garcés asegura que el presidente actuó con una naturalidad extraordinaria, manteniendo la calma y la firmeza hasta sus últimos momentos.

Pinochet y la justicia internacional

Años después, Joan Garcés también estuvo involucrado en la detención de Pinochet en Londres. Según el libro 'Calle Londres, 98', el dictador dijo al ser detenido: "Esto es culpa del comunista Joan Garcés", reconociendo la acción judicial internacional que él había coordinado.

Joan Garcés detalla que el procedimiento judicial se inició en España en 1996 y que él coordinó una coalición internacional para llevarlo ante la justicia. "Cuando Pinochet fue detenido, sabía perfectamente cuál era la consecuencia de mi trabajo", asegura.

Joan Garcés también destaca la sofisticación del plan de desestabilización que Estados Unidos aplicó en Chile: "Fue el más complejo de la historia. Quien estudie el caso encontrará allí la caja de herramientas para desestabilizar democracias, que luego se ha aplicado en otros países, incluso actualmente en Estados Unidos".

El golpe no solo destruyó la democracia chilena, sino que también marcó un ejemplo de cómo se podían manipular instituciones y gobiernos para controlar un país desde dentro.

El legado de Allende

Más de cinco décadas después, Salvador Allende sigue siendo un símbolo de resistencia y compromiso con la democracia. Su lucha y sus últimas palabras recuerdan que defendió sus ideales hasta el final, enfrentando la traición, la violencia y la muerte con dignidad y firmeza.

Joan Garcés, testigo directo de aquellos momentos, asegura que su recuerdo y su ejemplo siguen siendo un faro para quienes creen en la justicia y en la defensa de los derechos fundamentales.