Hace casi 50 años, Portugal fue testigo de un acontecimiento histórico que marcó el fin de una era: la Revolución de los Claveles. Sin embargo, mientras el país se movía hacia un nuevo capítulo de su historia, en la residencia oficial persistía una farsa cuidadosamente orquestada para mantener la ilusión de poder en la mente del exdictador Antonio de Oliveira Salazar.

El hombre que dominó Portugal durante décadas, conocido como el 'franco' portugués, sufrió un accidente doméstico que desencadenó una serie de eventos que lo dejaron incapacitado para gobernar. Aparentemente inofensivo, el incidente resultó en un ictus cerebral que lo dejó en coma y sin posibilidad de ejercer sus funciones como líder.

Sin embargo, en un esfuerzo por evitar que la noticia del deterioro de su salud afectara su frágil estado mental, su círculo cercano, liderado por su poderosa ama de llaves, se embarcó en una elaborada estratagema para convencer a Salazar de que aún mantenía el control del país y sus colonias.

Durante 538 días, Salazar fue mantenido en la oscuridad, creyendo que seguía siendo el gobernante supremo de Portugal. Se le proporcionaba una versión especial del periódico 'Diario de Noticias', donde no se mencionaba a su sucesor, y se grababa un informativo exclusivo para él, exento de referencias al nuevo liderazgo.

La fachada se mantuvo hasta el día de su fallecimiento, con Salazar ajeno a la realidad y los portugueses solo parcialmente informados, que se enteraron del engaño por parte de un periódico francés, del cual posteriormente se prohibieron todos sus ejemplares en Portugal.