¿Cómo ha llegado Corea del Sur a ser el país con la tasa de natalidad más baja del mundo? El dinero y la mentalidad desempeñan un papel crucial. El exceso de trabajo mal remunerado ejerce una presión particularmente dura sobre las mujeres, quienes temen perder oportunidades laborales al quedarse embarazadas. La precariedad laboral y la dificultad para establecerse económicamente contribuyen a retrasar la decisión de tener hijos, mientras que la idea de formar una familia parece distante para muchos.

A pesar de los esfuerzos del gobierno surcoreano, que ha invertido cerca de 200.000 millones de euros en los últimos 16 años para estimular la natalidad, los resultados han sido desalentadores. Las medidas incluyeron incentivos financieros por hijo, permisos de paternidad, campañas para conciliar la vida laboral y familiar, así como financiamiento de tratamientos de fertilidad. Sin embargo, la tasa de natalidad ha descendido de 1,1 a 0,8, con más muertes que nacimientos y una población envejecida que no se renueva.

Ante la disminución de la población, Corea del Sur se enfrenta a la necesidad de recurrir a la inmigración para cubrir los vacíos laborales. Aunque inicialmente se podría pensar en la esperanza de que los inmigrantes impulsen la tasa de natalidad, la realidad es que se buscan principalmente para mantener una fuerza laboral activa.

¿Podría seguir España los pasos de Corea del Sur? Con su tasa de fertilidad en descenso a 1,2 hijos por mujer, afronta un serio desafío demográfico que se avecina. Aunque solo el tiempo dirá si tenemos éxito o fracasamos en un reto mayúsculo para la sociedad.