Mejores momentos
Gonzo desnuda a El Gran Wyoming para dejar al descubierto a El Gran Chechu: "Yo no tengo absolutamente nada de periodista"
¿Qué ha dicho? Salvados abre temporada para desgranar a uno de los símbolos de la televisión junto a sus compañeros de 'El Intermedio'. "La gente de mi edad está en un desconsuelo absoluto y la televisión de ahora no les representa, por eso somos la puta aldea de Astérix en la programación", dice Wyoming.

Es uno de los referentes de la historia de la televisión. Irreverente, comprometido y cercano, El Gran Wyoming (70 años) cumple dos décadas al frente de El Intermedio, el programa más longevo de laSexta al que ha visto nacer y crecer como si fuera su propio hijo, y abre la nueva temporada de Salvados con un Gonzo que regresa a un plató que también fue su casa y donde conoció al que él mismo llama El Gran Chechu.
Con sencilla sinceridad y acompañado de su inseparable Sandra Sabatés, el presentador, escritor, columnista, actor... no duda en definirse como un hombre al que la información le afecta más allá del trabajo periodístico. "Yo no tengo absolutamente nada de periodista", asevera junto a Sabatés a la vez que se definen como "pareja artística".
El mítico televisivo cuenta a Gonzo que lo que ocurre cada día le afecta, que incluso le ha llevado a ser algo más cascarrabias. "No vivo esto como algo distante, como los periodistas que conozco. Tengo un sentimiento real de las cosas, una ideología. Soy absolutamente impermeable a la estupidez, al fascismo... a todo eso", sentencia.
"La información que recibo cada día me ha quitado gran parte de sentido del humor", dice. "La gente de mi edad está en un desconsuelo absoluto y la televisión de ahora no les representa, por eso somos la puta aldea de Astérix en la programación", espeta. Wyoming no es un comunicador convencional.
Tras las cámaras de El Intermedio

Así, Gonzo se cuela entre las bambalinas para desvelar los entresijos de un programa que, cada noche, y según sus presentadores, nos cuenta "lo que muchos tratan de ocultar y otros tratan de no ver", desde los preparativos previos al directo hasta los momentos de complicidad con Sandra Sabatés y el público que asiste al programa. Junto al equipo del programa, el presentador de 'Salvados' rememora momentos icónicos de El Intermedio, como el falso vídeo que colaron a Intereconomía en 2009.
Thais Villas y Dani Mateo también ayudan a la audiencia a dibujar el perfil del hombre tímido que se oculta tras el deslenguado presentador. Su colaboradora más cercana desvela, por ejemplo, cómo apoyó al equipo durante la pandemia y cómo mantiene un ambiente cercano y afectuoso en el trabajo.

Pese al peso de la información, Wyoming no parece tener intención de jubilarse. "¿Por qué crees que no se quiere jubilar con 70 años el tío que más ha hablado en contra de trabajar?", pregunta Gonzo a Thais Villas. "Yo no quiero que se jubile nunca", confiesa ella. "Cuando cumplimos 18 le dije que cuando cumpliéramos 19 no podía dejarlo. Creo que este año aguanta toda la temporada", añade, a la vez que cuenta que durante la pandemia Wyoming comenzó una vida más sana. "Después era una persona nueva", recuerda.
Porque Wyoming dejó la profesión antes de la pandemia, pero volvió. "¿Cómo me voy a ir ahora?", pensé y como empecé a hacer deporte me convertí en otra persona. Aunque a su edad, Wyoming ve más cerca el momento de marcharse.
Durante la entrevista Gonzo también recorre su trayectoria profesional, desde los inicios en los bares con El Reverendo hasta su paso por programas emblemáticos como Caiga quien caiga y su participación en TVE en 1994. Además, relata las dificultades que enfrentó, los boicots políticos y las anécdotas con figuras públicas, mostrando cómo siempre ha mantenido su independencia frente al poder, estuviera quien estuviera en el Gobierno.
"Seré un segregado"

Wyoming también tiene palabras para lo externo, para lo que va ocurriendo, como el auge de la extrema derecha. "Si el fascismo llega a ganar unas elecciones, yo lo voy a pasar muy mal", dice sin cortapisas, sin miedo. "Seré un segregado. Esta gente no permite esas cosas, la libertad se cercena", dice pensando en un hipotético futuro. "Me parece de muy mal gusto este chiste que se repite de que no tenemos libertad", afirma y se pregunta cómo gente como Isabel Díaz Ayuso puede decir que viven en una dictadura. "¿Cómo se atreve?".
Y así, entre recuerdos personales, reflexiones sobre su familia y confesiones sobre sus temores frente al paso del tiempo, Wyoming se muestra como un hombre sensible, cercano y profundamente humano que echa de menos a su madre y que reconoce que su ausencia en la infancia le afectó profundamente. De todo ello se sincera con su amigo, Gonzo, al que nunca le ha dado "un abrazo de verdad".