PSOE y Sumar han cerrado un acuerdo de Gobierno. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han escenificado el éxito de una negociación en la que, hasta ahora, se apuntaba más alto. En 2024, Sumar ya quería alcanzar la jornada laboral de 37,5 horas, abriendo a partir de ahí un diálogo social para reducirla hasta 32 horas semanales.

En el acuerdo que hemos conocido este martes, hay más temas pendientes como la 'ley mordaza' o las garantías en caso de despido para el trabajador. En el caso de la primera, una ley que Sánchez prometió derogar hace cinco años, el acuerdo promete "reformar y derogar aquellos aspectos de la normativa vigente que limita los derechos de reunión y libertad de expresión". "En concreto", añade, "garantizaremos el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica".

El texto sigue, pero en ningún momento nombra los puntos por los que en la anterior legislatura no se pudo derogar: las pelotas de goma y las devoluciones en caliente. Desde el Gobierno aseguraban que no estaba detro de la ley de Rajoy, pero ERC y Bildu votaron en contra por no especificar sobre esos dos asuntos, por lo que la ley sigue vigente.

Fuentes de Sumar aseguran que ellos sí querrían especificar lo que piden estos partidos, pero creen que el PSOE no lo hará. Es decir, estamos en el mismo punto de partida que en la anterior legislatura, con escollos para derogar una ley que Sánchez se comprometió a derogar.

Sobre las garantías del despido tampoco hay mucha claridad en el documento del acuerdo, que dice lo siguiente: "Establecer garantías para las personas trabajadoras frente al despido, dando cumplimiento a la Carta Social Europea y reforzando la causalidad en los supuestos de extinción de la relación laboral".

Pero la realidad es que la Carta Social Europea dice poco. Según lo que dice la carta, un tribunal europeo ha dicho a Francia, Italia y Finlandia que tienen que subir el despido. Ahora, revisa una denuncia que afecta a España. Durante el Gobierno de Rajoy, se abartó el despido de 45 a 33 días por año trabajado. Antes de ser presidente, Pedro Sánchez hablaba de derogar la reforma laboral entera, pero no fue así. La reforma que ellos aprobaron salió adelante sin el apoyo de ERC y Bildu y con el respaldo de Ciudadanos.