Ricardo Moure señala que hay muchas madres raras en la naturaleza que merecen un homenaje. Por ejemplo, las hembras de las hienas, que son "muy peculiares", pues según explica el biólogo, "dan a luz por el pene" y esto se debe a los altos niveles de testosterona que presentan.
El divulgador científico explica que la hormona masculina provoca que, durante el desarrollo embrionario, se les empiecen a desarrollar los genitales como un macho. De esta manera, el clítoris se agranda, se rodea de la vagina y forma una especie de pene, por donde dan a luz y que revienta durante el primer parto.
Otro caso curioso es el del pez abisal, al que reconocemos por sus hembras, ya que Moure aclara que los machos son "decenas de veces más pequeños" y cuando salen del huevo ni siquiera se desarrollan y tampoco comen. Buscan una hembra por el olfato y, cuando la encuentran, la muerden y se quedan pegados a ella. Esta les empieza a absorber hasta que solo quedan los testículos. "¡Qué vida más triste!", expresa Nuria Roca. En el momento en que quiere quedarse embarazada, se autofecunda con el semen de los testículos que tiene en su cuerpo.