El deporte no siempre es justo. Prueba de ello es la trayectoria profesional de Stanislas Wawrinka en la élite del tenis. Después de diecisiete títulos, entre ellos tres Grand Slams, la carrera del suizo como profesional dio un cambio drástico en 2018.

A raíz de ese momento, Wawrinka desapareció por completo del mapa del tenis. El que ha sido de los pocos capaces de ganar un Grand Slam en los años de dominio del 'Big Three', pasó por un auténtico calvario de lesiones que le mantuvieron alejado de las pistas durante mucho tiempo.

Este último año, 'Stan' parece haber recuperado la continuidad pero sin alcanzar el nivel que en su momento le hicieron campeón de US Open, Roland Garros y Open de Australia. Su último torneo lo ganó en 2017 en Ginebra.

A sus 38 años, Wawrinka tuvo la oportunidad este domingo de volver a ganar un torneo después de seis largos años sin levantar un título, pero la suerte no le sonrió. El suizo se hizo con el primer set, pero su rival Alexei Popyrin remontó el duelo.

La reacción de Wawrinka ante la derrota fue simplemente desgarradora: "Chicos, gracias a todos. Sé que es estúpido llorar, pero amo este deporte y vosotros lo hacéis especial. Espero poder estar aquí el año que viene".

'Stan' se despidió del público de Umag entre lágrimas y consciente de que quizás esta pueda haber sido una de sus últimas bazas para levantar un título antes de retirarse.