Sin que los vecinos sean conscientes de que están robando, los ladrones georgianos entran en los pisos muy discretamente, como mostró Equipo de Investigación en un programa de 2015 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.

Los ladrones georgianos acuden 'al trabajo' en transporte público. Es un buen modo de pasar inadvertidos. Van a empezar su jornada justo a las 12 de la noche. Han estudiado el terreno y ya saben qué piso está vacío, pero se aseguran. Nadie contesta al timbre y es la señal.

Con solo un gesto consiguen abrir la puerta y la cierran con cuidado. Son expertos en no llamar la atención. Pasan varias horas en el edificio. Como han visto que hay cámaras, salen cubiertos con gorras y con el botín metido en una maleta de la propia víctima. Son capaces de robar en cinco casas cada día.

Atacan en oleadas durante todo el tiempo que les dura el visado. Los métodos de los ladrones georgianos asombran a las víctimas. "Vi que había una llave y pensé que había estado mi hijo y se le había olvidado. La cerradura está perfecta, pude pasar perfectamente", sostiene una vecina

En un primer momento, es imposible detectar el robo: "Se llevaron las joyas que tenía de toda mi vida, no dejaron nada. Me quitaron los broches de los collares de perlas".

Sin ruido, sin violencia y sin forzar cerradura se llevan todas las joyas de las casas en las que entran.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2015 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.