Los agentes accedieron a los datos de rastreo de la pulsera telemática que portaba Mohammed, -cabecilla de la banda del Badoo- el día de la desaparición de Josetxu, un informático de 54 años. La banda ha sido condenada a 34 años de prisión.
Francisco Pérez, criminólogo, explicó en Equipo de Investigación que Mohammed debió pensar que la pulsera no se activaría mientras que no violara la orden de alejamiento que tenía. "Se sentiría impune y no se estaba dando cuenta de que estaba dejando tras de sí un rastro de información abrumador", aseguró Pérez.
Cuando los investigadores hicieron el seguimiento de la pulsera, descubrieron que Mohammed estaba en el lugar donde Josetxu quedó con su cita. "Se llevan a Josetxu a una nave en un polígono industrial, y éste debió resistirse al punto de no querer darles dinero, información...", indica el criminólogo.
Sin embargo, hay un movimiento que dispara las alarmas: Mohammed se desplaza hasta un descampado donde no hay nada y se queda en el lugar durante dos horas. "Vuelve a la nave y retorna al mismo punto, donde pasa un rato y se marcha", asegura Pérez. ¿Qué hizo durante esas dos horas? Fue lo que la Guardia Civil tuvo que investigar.
*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2020 que laSexta ha vuelto a emitir este domingo.
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El joven reconoce estar "arrepentido" de lo que había hecho. "No podía controlar qué se hacía con esos datos, los había vendido", explica, destacando que lo hizo por una "especie de rabia o venganza contra un juez".