Tras haber pasado dos veces por un centro de menores, el hacker Alcasec, José Luis Huertas, acaba ingresando en la prisión de Alcalá Meco acusado de ser el líder de una organización criminal y de participar en un delito contra las altas instituciones del Estado, descubrimiento y revelación de secretos y blanqueo de capitales de manera continuada.

Alcasec apenas pasa dos meses en prisión, porque el juez le deja en libertad provisional a la espera de juicio. Equipo de Investigación acude al local donde fue detenido para tener la oportunidad de preguntarle. Ante las cámara del programa, el joven de 19 años niega ser el líder de una organización criminal, pero confirma que reconoció haber vendido datos y confirma todos los ataques informáticos, menos el del Ayuntamiento de Granada.

Preguntado por si accedió al "punto neutro" del Poder Judicial, responde sin dudar: "Sí". Y preguntado por si es consciente de la gravedad de los hechos, también dice que "sí", pero que lo hizo "por una especie de venganza o rabia. Contra un juez que me tuvo seis

meses en un centro de menores de manera irregular hasta que la Audiencia Provincial dijo lo contrario".

Con este ataque, asegura que demostró "la debilidad del sistema", aunque no niega que llegó un momento en el que decidió "hacer dinero" con ello. "Me arrepiento de haberlos vendido, pues sí, pero tampoco podía hacer nada, no podía controlar que se hacía con esos datos, yo los he vendido, no sé que uso le van a a dar, no sé si le van a dar un uso de marketing para enviar mensajes a un nicho concreto de gente o para hacer estafas", cuenta a este programa.

En este contexto, José Luis Huertas cuenta que quiere pasar página. "Llega un punto en el que ya cansa, no dormir, estar pendiente... ¿y para que me ha servido?", cuestiona. "Siendo sinceros, esta última vez me ha cambiado bastante. Podría decir que la cárcel me ha venido bien. ¿Habrá que cambiar ya de etapa, no?", dice a este programa.