El Gran Wyoming se alegra que de aún quede "gente de bien", como el obispo de Alicante, José Ignacio Munilla, quien esta semana se lamentaba en su programa de radio de que antes el mes de junio estaba consagrado al corazón de Jesús y, ahora, se ha convertido en el mes del orgullo LGTBI. "Tampoco hay que enfadarse, hay que reconocer que como celebración es más divertido", comenta.

Una de las cosas que más ha molestado a Munilla es que por culpa de la bandera del orgullo, "el arcoíris se haya desfigurado por completo", ya que es un símbolo bíblico. Pero, más allá de que el arcoíris además de en la Biblia ya aparezca en multitud de mitologías anteriores, señala que le llama la atención que sea "tan riguroso precisamente con un símbolo que utiliza el colectivo".

"A ver si lo que le molesta en realidad al monseñor no es el arcoíris sino que haya personas que decidan vivir el amor y la sexualidad como más les plazca y no como dicte un texto escrito hace miles de años", subraya, y reivindica más arcoíris "frente a la intransigencia".