El humor puede ser una medicina en sentido literal. Para saber más sobre elloAndrea Ropero ha estado con 'Perfectamente imperfectos', un grupo de monologuistas con enfermedades crónicas que usan el humor para aliviar sus propias dolencias. De esta manera, consiguen darles visibilidades y combatir los estigmas que conlleva dichas patologías. La iniciativa parte de la cómica catalana Anna Grau, a la que le diagnosticaron Parkinson hace 10 años,

¿Cómo surge la idea de Perfectamente imperfectos? Los monologuistas Anna Grau, Jessica Rodríguez, que tiene 11 enfermedades crónicas, y Boris Toxas, enfermo de hiperplexia, responden a Andrea Ropero en el vídeo principal de esta noticia, donde cuentan sus mejores monólogos. Además, también recuerdan cómo comenzaron a vivir con su enfermedad y cómo la convierten en humor. "Llevándolo al extremo", explica Grau, que afirma que nunca se ha victimizado: "Al principio las primeras veces que lo decía se creaba un silencia". Por eso, Grau pide "que no sea un tabú decirlo": "No pasa nada, para mí es liberador decirlo".

Por su parte, Jessica Rodríguez afirma que para ella "ha sido un proceso" en el que ha tenido "unos maestros espectaculares": los niños con necesidades educativas específicas con los que trabaja. "Ellos han sido mis maestros para llevar de esta manera las enfermedades que tengo", explica Rodríguez, que cuenta cómo lo lleva en su día a día: "Cada espectáculo es una batalla, pero me da tanta energía, que aunque esté tres días en cama, estoy tres días en cama feliz". Por su parte, Boris Toxas, enfermo de hiperplexia, cuenta que siempre se ha tomado su enfermedad con humor gracias a su familia, que le han empoderado y apoyado siempre: "Dentro de la desgracia he tenido la suerte de tenerlo de nacimiento, no tengo un punto de comparación, no he estado mejor de lo que estoy".