Andrea Ropero explicaba que los datos de acoso escolarentre el alumnado LGTBI se habían disparado y la mitad de estos estudiantes aseguraba haberlos sufrido. Blue Rodríguez contaba que el período principal en el que sufrió acoso fue en primaria: "Casi todos los días había dos chavales que me daban una colleja, estuviese el profesor delante o no".

"Me insultaban por ser una persona femenina, porque me gustaban los hombres, por ser una persona trans de forma indirecta", manifestaba, y admitía que, durante mucho tiempo, le costó relacionarse con personas, puesto que sus habilidades sociales eran "bastante complejas".

Por eso, confesaba que, a raíz del bullying, tenía una baja autoestima, que estaba tratando de gestionar en terapia: "Muchas veces, las secuelas que te deja el acoso escolar no se superan en la infancia solo sino que se van arrastrando durante mucho tiempo". "Las personas acosadas están solas y necesitan sentirse acompañadas", destacaba.

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