Juliet Jarvis, una mujer inglesa, ha tenido una visita totalmente inesperada. De madrugada se despertó al escuchar a su hijo llegar a casa, vio que estaba ebrio y decidió ayudarle a meterse en la cama. Incluso le arropó.

Juliet se sorprendió de la respuesta de su hijo, que le dio las gracias por todo, sin embargo no le dio importancia alguna. Sin embargo, por la mañana ambos se llevaron una enorme sorpresa. Según publica el medio The Sun, el marido de Juliet alertó de que había visto a "alguien desnudo" y que no se trataba de su hijo.

El particular intruso se llama Marc Campfield, un joven de 29 años que recuerda que le expulsaron de una fiesta de disfraces pero desconoce cómo llego a esa casa y menos como llegó a entrar en el inmueble y a meterse en una cama.

El matrimonio le dejó una camiseta y unos pantalones para que pudiera vestirse y llegar a su verdadera casa y todo quedó en una curiosa anécdota. El propio Marc ha declarado que "no podía haber tropezado con personas más encantadoras".