Pixie podría ser un caso más de los bebés prematuros que nacen antes de cumplir los nueve meses de gestación. Sin embargo, su caso es llamativo ya que nació con tan solo 28 semanas de vida y pesando 500 gramos en Reino Unido.

Debido a su tamaño, al nacer los médicos no sabían donde resguardarla para proporcionarle el calor que los pequeños necesitan nada más nacer. Fue entonces cuando uno de los médicos tuvo la idea de meter a la pequeña en una bolsa de plástico que habitualmente se utiliza para envolver el bocadillo.

Gracias al ingenio y la eficacia de los doctores la pequeña Pixie ya está en casa con su familia. Después de ser trasladada a la UCI, tuvo que pasar cinco meses en el hospital hasta que alcanzó un tamaño apropiado y pudo recibir el alta.