El teniente de alcalde Bruno Julliard, responsable de cultura, estudia dar salida mediante subastas a las 70 toneladas de candados que se calcula que se habrán recuperado cuando se acaben los trabajos previstos en las pasarelas.
Por ahora se han recogido 50 toneladas de candados de amor que se fueron acumulando en el Pont des Arts (el puente de las Artes), junto al Museo del Louvre, a los que se añadirán otras 20 toneladas en el Pont de l'Archevêché (el puente del Arzobispado), cerca de la catedral de Notre Dame.
Una fuente del Ayuntamiento explicó que además de la materia prima se quiere tener en cuenta la parte simbólica y, por eso, se busca una solución que permita 'hacer algo bueno'. Eso podría pasar por una subasta de las mejores piezas en beneficio de asociaciones, pero también por dar los candados a artistas para que hagan propuestas originales.
En cualquier caso, lo que se ha descartado es poner estructuras que puedan servir para colgar de nuevo candados porque hay una intención clara de poner fin a ese fenómeno. De hecho, en las nuevas barandillas con cristales que han sustituido a las antiguas en el Pont de Arts (que se retiraron en junio), están apareciendo nuevos candados allí donde se pueden colgar.