España ha avanzado mucho en cuestión de derechos LGTBI en los últimos años. . También para las personas trans, especialmente en el entorno familiar, donde se vivían auténticos dramas ante la falta de tolerancia y de aceptación. Porque no hace mucho tiempo la situación no era tan fácil para el colectivo. Aún hay quienes recuerdan los terribles episodios que vivieron desde su más tierna infancia.
Mar Cambrollé sufrió un infierno desde que era pequeña. Su padre no esperó a que ella le contara que no era un niño, sino una niña. "Me vio un día, con cinco o seis años, con los labios pintados, y me dio la primera paliza. Todos los vecinos le llamaron 'criminal' porque me dio con el cinturón en la espalda", ha relatado a Atresmedia. A esta agresión le siguieron vejaciones constantes que se repitieron durante años.
"De los 14 a los 17 años tuve que comer en la cocina castigada porque decía que yo le daba asco y no podía comer en la misma mesa con todos los demás", ha contado Mar, ahora activista y portavoz de RESPETTTRANS. Una situación que no tiene nada que ver con cómo han hecho sentir a Sara en su casa. "Desde los ocho años ha sido muy importante, ya que toda mi familia, y especialmente mi madre, me ha apoyado y me ha hecho sentir muy cómoda", ha asegurado.
Cristina Palacios, su madre, supo quién era su hija desde los cuatro años. Reconoce que al principio les "asustaba esta idea": "No lo hicimos hasta que tenía ocho años y medio, y lo que hemos vivido desde ese momento ha sido maravilloso". Cristina nunca dudó lo que quería para su hija: "Una vida como la de cualquier otra persona". Para el colectivo LGTBI, las asociaciones de familia son fundamentales en este cambio.
"Conocen más los medios, se pueden juntar y luchar por la defensa de sus hijos", ha apuntado Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM. Así, en los últimos diez años han sentido ese apoyo familiar que les faltaba y les estigmatizaba. "En la última década, la mayoría de jóvenes que antes terminaban en las esquinas hoy están en las universidades", ha señalado Mar Cambrollé. Porque, para ellas, en la familia empieza todo y sus familias lo cambian todo.