La Palma ha registrado esta mañana un nuevo terremoto de magnitud 4,3 en la zona de Villa de Mazo. Se trata del seísmo de mayor magnitud desde que comenzó la erupción volcánica en la isla y se ha producido a unos 35 km de profundidad. Hasta este momento se han producido 62 terremotos.
Este, sin embargo, no es el de mayor intensidad, ya que es de nivel III y en semanas anteriores ha habido tres temblores de III y IV. No obstante, sí es el que más se ha sentido entre la población.
Los expertos consultados descartan que pueda generar una nueva boca en el volcán y explican que es habitual que siga habiendo terremotos puesto que el magma sigue fluyendo.
David Calvo, portavoz de Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha explicado en Al Rojo Vivo que esto puede ser una señal de que el sistema está consiguiendo despresurizarse en profundidad. Es decir, rompiendo más abajo y perdiendo energía para enviar el magma a la superficie. "Ahora tenemos dos zonas diferenciadas: una a 11-12 kilómetros que está intentando romper y subir, y otra que puede ser una buena señal con estos terremotos profundos, que indica que el sistema se está despresurizando abajo y que toda la energía que pierde abajo no va a llegar a la superficie de la isla de La Palma.
No obstante, el experto destaca que la erupción no está cerca de terminar y que las mediciones del dióxido de azufre siguen "dando tasas muy altas". Se estiman en 13.000 las toneladas diarias de SO2 que está emitiendo ahora mismo el volcán de La Palma. Y añade que "a corto plazo la erupción no termina".
A toda esta actividad sísmica se suma que en las últimas horas, la lava ha modificado sutilmente su recorrido. Un 'brazo' de la colada de lava desemboca entre Las Hoyas y Los Guirres. Se trata de un desborde lateral de lava que ya llega al acantilado. Entra por La Platanera, por la zona de La Bombilla.