Ni cervecitas, ni tapas, ni helados. Los cuatro chiringuitos de las playas de La Rabassada y La Salidossa de Tarragona están cerrados y, al menos, así lo estarán hasta San Juan. La temporada pasada terminó la última concesión y el Ayuntamiento ha aprovechado para proyectar unos nuevos chiringuitos más modernos, accesibles para discapacitados y con baños públicos.
El problema, que estamos casi a mediados de abril y todavía no se han licitado las nuevas concesiones para los próximos 12 años. "Por parte del Ayuntamiento ha habido mala gestión", asegura el último concesionario de uno de los locales. En la última concesión, Tarragona estuvo dos años sin chiringuitos.
Ahora, o bien los nuevos concesionarios colocan módulos prefabricados o aprovechan las estructuras ya existentes pero hay casos en el que esto es imposible. La consecuencia de que no estén aún a punto representa dejar de ingresar en Semana Santa unos 30.000 euros, o lo que es lo mismo, tres trabajos menos.